Un nuevo corazón

 Un nuevo corazón

La limpieza viene desde el interior a través de la fe y del amor del señor.

Es ahí donde puede nacer un nuevo corazón.

 

  “Señor si quieres puedes limpiarme

“(Evangelio según san Marcos 1,40-45)

Como aquel leproso que se le acerco a Jesús suplicando ser limpiado y sanado de sus heridas. Así mismo aunque con el corazón cual lleno de lepra ,Jesús nos toca las heridas y sana, esa es la manera que tiene de hacerlo tocándonos, tocando nuestro dolor «Quiero: queda limpio.» fue su respuesta al leproso, quiero queda limpia siento que me dice a mi cada día al abrir los ojos y empezar mi vida.

y quiero limpiarte es probablemente lo que él quisiera decirte hoy a ti, que puedas acercarte humildemente para pedir ser limpiado ,que toque esa enfermedad, ese dolor, esa impureza, esa pena, esa soberbia, orgullo, desconsuelo, depresión, amargura, sufrimiento, angustia, soledad, miedo, duda, ansiedad, estrés, tantas de las cosas que quizá puedes  llevar ahora mismo en la mochila, eso que tanto nos preocupa o nos hace sentir como aquel leproso, indignos, desahuciados ,y sin remedio.

Eso que sientes como un vacío, o que para ti no tiene caso ni solución,  a Dios el Dios de la bondad y amor infinito le importa, le importan tus heridas y desea sanarlas, por que no quiere que sigas ocultándolas, evadiéndolas, llenando de vacíos u remedios innecesarios y mucho menos desea que sigas sufriendo.

Si tan solo pudiésemos tener un poquito de la fe de aquel leproso todo cambiaría  porque finalmente es la fe del leproso, su fe humilde y grande por la que es sanado.

¿Qué tan difícil podría ser para ti, acogerte en esa fe? De ir a los brazos del padre, sin miedos.. no desde una fe superficial, o  teórica, sino de un profundo deseo que te lleve a conocer el amor de Dios, de recibir ese abrazo del padre que te sumerge en amor y sanación, de esperarlo todo en él y con él, de renunciar a todo lo que crees ser y abandonarte en su misericordia para ser trasformado en lo que él desea para ti y dejar que cada día de tu vida te sorprenda, así como el leproso que con el corazón repleto de humildad y fe se confió completamente a él para ser un hombre nuevo y sano.

Finalmente en estos días de cuaresma en la subida inicial al desierto podemos ir entendiendo que es un comienzo permitirnos dar un paso a paso diariamente para que Dios transforme nuestra vida,  corazón  hacia la persona que estamos llamados a ser es lo mejor que nos puede suceder abandonarse en  él y así descubrir  mi verdadero yo, convertirme en esa persona  que él pensó cuando me creo.

Señor si tú quieres puedes limpiarme yo quiero ser esa persona que pueda decir no, para que conscientemente sepa decir Sí. Sé que no merezco tantas cosas y que mis pecados son grandes, que te ofendo, te lastimo cada vez que te fallo, que a veces me cuesta cumplir mis promesas, pero quiero ser sanada, limpiada por tu amor, liberada de todo lo malo que habita en mí, y así poder tener un nuevo corazón señor, limpio para tu amor, para amar, para adorarte toda mi vida .

Recuerda que Dios hace nuevas todas las cosas, no temas de ir al encuentro de la mano de tu padre, vayamos con alegría, pues su amor es nuestra mayor felicidad.

"He aquí yo hago nuevas todas las cosas" (Ap 21:5)




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